El proyecto consiste en una intervención constructiva rehabilitadora, recuperación del edificio existente que data de 1880 y reforma con mantenimiento de elementos singulares (el portón de su planta baja está catalogado con valor histórico arquitectónico). Es una vivienda en hilera entre medianeras de piedra y estructura interior de madera. Tiene 50 m2 por planta repartidos en planta baja, primera y bajo cubierta a dos aguas (150 m2 en total) y es exterior a dos calles. En el inicio de la obra se encuentra en condiciones muy precarias de seguridad y habitabilidad.
La reforma de la nueva vivienda se distribuye con zaguán, salón comedor cocina y aseo en planta baja, 3 habitaciones y baño en planta primera, y espacio polivalente de estar y estudio más aseo en planta bajo cubierta. La nueva estructura interior es de madera, con vigas y viguetas vistas con acabado en blanco en los forjados y la cubierta.
Existe gran diferencia de altura entre las dos calles a las que da la vivienda, y bajo la planta baja existía un antiguo sótano tapiado. Tras la colaboración con un Arqueólogo debido a la excavación en un espacio protegido, se recupera el antiguo espacio a modo de guarda leña y bicicletas.
Destaca el cuidado en respetar el lugar e integrarse en el casco medieval, con los acabados de fachada, la recuperación del portón de entrada, y las carpinterías con ventanillos interiores de madera. En el interior, en un espacio cálido y luminoso con madera blanca y roble. El espacio de estar junto la chimenea empotrada en planta baja y el salón estudio en bajo cubierta son muy interesantes.
El proyecto se realiza con parámetros de ecodiseño, aportando un gran confort interior tanto acústico como térmico. La chimenea reparte el aire caliente por toda la vivienda. Durante todo el proceso, se acompaña al cliente, quedando muy satisfechos con el resultado final. Proyecto de rehabilitación terminado en 2019.